Es domingo, Juan y Pedro
van a oír Misa mayor,
van cogidos de las manos,
van cantando una canción,
que interrumpen muchas veces
para hacer brillar al sol
las dos monedas de plata
que el abuelito les dio,
porque la semana entera
se supieron la lección.



Al penetrar en el templo,
un ciego, con ronca voz,
tendiendo la flaca mano
una limosna imploró.

Y habló Juan: "No llevo suelto,
perdone, hermano, por Dios".


Al escuchar al mendigo
Pedro sintió compasión,
y dijo: "No llevo suelto,
pero tome, por favor,
la moneda que abuelito
como regalo me dio".




Oyeron Misa los niños
y alzaron el corazón
en alas de la plegaria
hasta el alcázar de Dios.

Y al abandonar el templo,
el abuelo que los vio,
le dijo a Juan: "Nietecito,
santo y bueno es tu fervor,
y es bueno juntar las manos
murmurando una oración...
¡pero abrirlas como Pedro
es muchísimo mejor!".



Marcos Rafael Blanco Belmonte          
(1871 - 1936)

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Música: Missing You
Compositora e intérprete: Yuko Ohigashi
Tiempo de Poesía agradece su cortesía.